Hablemos del control de esfínteres Introducción El control de esfínteres no es una adquisición, ni una imposición, es un proceso en el que intervienen factores madurativos y emocionales. Es singular en cada niñx e implica un aprendizaje que no se da siempre de la misma forma, ni en los mismos tiempos en niñxs de la misma edad. Como variables internas consideramos las relacionadas con la integración psique - soma:
Como variables externas consideramos:
Adultxs involucrados en el proceso de control de esfínteres Las madres y los padres están involucrados física, cognitiva, emocional y socialmente en este proceso. Ellxs también presentarán sus ritmos. El control de esfínteres es un hito en el desarrollo infantil temprano por tratarse, en muchos casos, de los últimos enlaces corporales íntimos con lxs niñxs que van dejando de ser bebés. El pañal aun es algo distintivo en su cuerpo y en su cuidado de higiene personal, que lo mantiene en ese pasaje de bebé a niñx. Su logro es un indicador de mayor autonomía e independencia, que podría generar cierta ambivalencia tanto para niñxs, como para adultxs. Mucho se hace hincapié en el respeto por los tiempos madurativos: no apurarlos, no adelantarse a su madurez fisiológica y emocional. La crianza de estilo adultocéntrica puede acelerar los ritmos por aspectos que la cultura "impone", por ejemplo el ingreso al jardín; pero también puede demorarlo, porque es un proceso trabajoso que requiere poner el cuerpo y extender los límites de la paciencia, ya que es un aprendizaje que se presenta con muchos vaivenes entre que: controla, se le escapa, no llega a tiempo, se rebela, pone a prueba, duerme profundo, prefiere seguir jugando y "se distrajo". Está sujeto a diversas variables, sobre todo vinculares y socio emocionales. La maduración del sistema nervioso es dependiente de las experiencias con el ambiente próximo. En este sentido no orientaremos este proceso en términos de entrenamiento conductual, como se estructuraba décadas atrás, sino en que las instancias en los cuidados básicos de cambiado e higiene, que son prácticas sobre el cuerpo, sean experiencias creando conciencia, conocimiento de sí, dando un sentido de respeto e intimidad. Enmarcado en términos de amorosidad, no así de sensualidad o erotización. Es sobre el cuerpo, pero con el/la niñx. Esto implica que una vez iniciado el proceso, ellxs puedan tener una participación activa en este camino de mayor autonomía. ¿Qué implica que lxs niñxs en proceso tengan mayor participación?
El mirar aquello que se percibe a nivel de la sensibilidad táctil, completa lo que la palabra nomina: "te hiciste pis o caca", y va estructurando el saber sobre lo que produce el cuerpo y lo que del cuerpo se saca. Lxs adultos nombran el pis y la caca, lxs niñxs lo sienten en el pañal, pero generalmente no se ve, ni se toca. Tacto y vista, dos sentidos que en la primera infancia completan el conocimiento del cuerpo y de los objetos. Lidiar con los tiempos externos Es importante resaltar que este proceso NO está ligado a una estación del año. Es muy frecuente escuchar la frase "ahora que viene el veranito aprovechen para sacarle los pañales"; pero ni los factores madurativos, ni los emocionales, se asocian al calor o al frío, sino que dependen del desarrollo individual. ¹ Fragmento extraído de la cuenta de Instagram @abogadaydoula Otras formas de acompañar activamente el control de esfínteres Los juegos que propician la elaboración de este proceso son aquellos que permiten y habilitan a mojarse, enchastrarse y experimentar con materiales líquidos o viscosos como pintura, arena, masa. La habilitación de conectarse con materiales similares a la consistencia de la orina y las heces, permiten una suerte de dominio sobre los mismos: la transformación, la des-unión, el pasaje de un continente a otro. Van elaborando así la separación de la orina y las heces, en el pasaje del adentro del cuerpo hacia el afuera. El juego simbólico del "como sí", también les permite representar y elaborar aquello que están atravesando: ensayar, jugar a lograrlo o a equivocarse. Querer y no querer. Querer y no poder. Tramitar presiones externas. Se juega activamente las contradicciones propias que implica el crecer y hacerse cargo de sí. Separarse un poco más del adultx en este proceso emocional de individuación que es prolongado y progresivo. Aun siendo importante habilitar con estas propuestas, si lxs niñxs no iniciaron el proceso, dichos juegos no serán de su interés; si no son significativos preferirán jugar a otras cosas, aunque estén en la etapa cronológica. Otras de las formas que propician la elaboración, es a través de cuentos relacionados con la temática. Actualmente hay una rica variedad que van presentando: la pelela o el inodoro como nuevos objetos a relacionar con el cuerpo, el ensayo y error, la resistencia, los logros, la persistencia nocturna, entre otros. Podemos pensar que en este proceso complejo se entrama: Si detectan dificultades en el proceso, falta de recursos por parte del adultx, extrema resistencia o rebelión por parte de lxs niñxs, es importante realizar una consulta de orientación profesional. Lic. Paula Landen, Psicomotricista - Lic. Camila Rajczyk, Psicóloga |
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