Curiosidades del gateo


Viñeta: Juani gatea hacia la mesa buscando su pelota, papá permanece detrás y dice: "donde está la pelota?". Juani gira su cabeza buscando la voz de su papá y vuelve a mirar hacia adelante e intenta manotearla. Como es de esperar, la pelota rueda y queda entre las patas de una silla. "Cuidado con tu cabeza" dice papá, Juani no lo mira, pero baja su cabeza y se mete entre las patas, se detiene y estira su mano agarrando la pelota. Papá con entusiasmo agrega: "muy bien! ¿me la das?" Juani retrocede marcha atrás, se acuerda de bajar su cabeza, se sienta y gira mirando al papá. ¿Me la das? Repite.
Juani lanza la pelota. Se miran mientras el papá la agarra y Juani sacude sus brazos de alegría y comienza a gatear hacia él.

En esta breve viñeta se describe una experiencia de las más comunes cuando nos encontramos con un bebé en etapa de gateo ¿cuántas cosas podrían identificar, además del acto motor, en tanto "valoración" si: ¿lo ha logrado, está en proceso, se encuentra lentificado o la ausencia de un hito del desarrollo?

(Si llegas al final, lo amplío)

El gateo es una de las destrezas psicomotoras que construyen los bebés para trasladarse por sus propios medios. Decimos que la construyen porque requiere de un proceso de tiempo, madurativo y experiencial, en un ambiente de oportunidades para conquistar el espacio de acción, que es aquel que trasciende las fronteras de alrededor del propio cuerpo. Es el resultado de un proceso de habilidades combinadas que han logrado con anterioridad.
La modalidad más conocida y convencional del gateo, es el desplazamiento en cuadrupedia, con cuatro puntos de apoyo sobre las manos y las rodillas.
Desde la construcción corporal, deben darse una comunión entre lo propio de cada bebé y los factores ambientales facilitadores.

Trasladarse de manera autónoma mediante el gateo, es posible gracias al interacción de factores madurativos neurobiológicos, variables funcionales psicomotoras, aspectos del desarrollo emocional y cognitivo.

¿Cuándo comienzan a gatear los bebés?

Evolutivamente alrededor de los nueve meses. "Alrededor", significa que: los bebés precoces lo harán con anterioridad y otros con mayor lentitud. Suele constituirse entre el tercer y cuarto trimestre del primer año de vida.

¿Todos los bebés gatean?

No hay un consenso en considerar el gateo como un hito del desarrollo, ya que puede saltearse en la evolución típica sin que esta variante sea patológica, lo que no implica que configura un hito del desarrollo psicomotor temprano porque, a partir del mismo se despliegan una serie de aprendizajes valiosos y se redimensiona la vincularidad, especialmente con los cuidadores primarios.

Un hito marca justamente, un evento significativo impulsando nuevos progresos que no están sujetos sólo a la sucesión estadística de la maduración de la motricidad, sino también, al enriquecimiento que los mismos potencian de manera integral en todas las áreas, sumado a las expectativas y el feedback que se genera con el entorno.

Para quienes cuestionan si el gateo constituye o no un hito del desarrollo, desde el punto de vista psicomotor considero que sí, y a título personal, lo ubico como un hito vivencial: motor, psicoafectivo y cognitivo altamente significativo. Es una conquista que arma bisagra entre los diversos espacios, desde el más próximo al más abstracto. Desde el espacio del cuerpo, el peri personal, el espacio de acción y el de representación, sucesión indispensable para ir elaborando la planificación motriz.

Desde una perspectiva vincular, acompaña y potencia el proceso de individuación y exterogestación. Arma un distanciamiento voluntario por parte del bebé, pasando de estar muy en contacto con el cuerpo del adulto, a tomar distancia por su propia iniciativa y elección. Implica atreverse a ir más allá de lo que está cerca de su cuerpo, ir a la búsqueda de lo que sus ojos ven y su mirada captura, como interés con la suficiente seguridad emocional para alejarse.
El gateo entusiasma a los adultos que rodean a los bebés, los pequeños se vuelven más autónomos y se aventuran al espacio de acción donde encontrarán novedosos desafíos a partir de los cuales, organizarán estrategias y destrezas renovadas.
Espacialmente el par opuesto cerca - lejos y atrás - adelante, cobran mayor perspectiva.

Vale recordar nuevamente que, el hecho de que algunos bebés no gateen, no se considera una problemática o perturbación del desarrollo.

Está dentro de las probabilidades y seguramente irán organizando otras formas de traslado como, por ejemplo:

- Rolar de boca arriba a boca abajo reiteradamente, desplazándose en el espacio en una dirección, con una finalidad o por mera exploración y placer de sentir su cuerpo en movimiento.

Exploración y placer son dos pilares presentes en la iniciativa para el desarrollo postural y cinético.

- Reptar: es desplazarse "cuerpo a tierra", sobre el vientre, con máximo contacto corporal sobre la superficie del suelo. Inicialmente, aunque los bebés desean ir hacia adelante, suelen desplazarse hacia atrás. Observan el objeto para ir a buscarlo y se van alejando; esto se da porque primero funciona la lógica del movimiento por "palanca" y la fuerza por empuje ejercida con los brazos. Luego podrán elaborar una coordinación más compleja, que requiere la sinergia de otros grupos musculares para lograr la "tracción" hacia adelante, permitiendo elaborar y ejecutar el trayecto deseado.

- Arrastre sobre la espalda: estando el bebé boca arriba o posición supina, el empuje está dado desde las plantas de los pies y los talones, impulsándose hacia atrás. La percepción espacial es completamente diferente a la modalidad anterior, ya que se limita el campo visual para delinear la trayectoria hacia adelante. Es menos frecuente.
Desde el punto de vista psicomotor destaco los aspectos:

  • Es una conquista que requiere condiciones y habilidades previas.
  • El dominio es progresivo ensayando y afianzando las destrezas alcanzadas.
  • La seguridad emocional, sostenida en un vínculo afectivo, es tan importante como el andamiaje neuromotor.
  • El espacio es condicionante, siendo el suelo el lugar más privilegiado

Condiciones previas al gateo:

  • Sentirse confortables boca abajo (posición decúbito ventral)
  • Alcanzar un grado de fuerza en los brazos que posibilite elevar y sostener la cabeza y el torso, lo que denominamos "balconeo".
  • Estabilizarse al levantar una de las manos, reduciendo uno de sus apoyos, reestructurando momentáneamente su equilibrio.
  • La transición de la posición de sentado a cuadrupedia y viceversa facilita pasar de una postura o actividad a otra, planteando nuevas finalidades de exploración y juego; y/o para regular la fatiga.
  • El apoyo sobre las rodillas con elevación de torso, contrarresta la gravedad que en los primeros meses resulta aplastante.
  • El vaivén del cuerpo que muchos bebés juegan sobre estos cuatro apoyos, (manos y rodillas) ensayan el pasaje del peso del cuerpo hacia adelante y hacia atrás, para luego llegar a constituir una mecánica de desplazamiento que se llama: patrón cruzado.

    Mecánica del patrón cruzado

    Se denomina patrón cruzado del gateo, a la integración y coordinación de ambos hemicuerpos, derecho e izquierdo simultáneamente. Para avanzar levanta y avanza con una mano y su pierna opuesta y al apoyar, adelanta la otra mano y pierna opuesta. Es una coordinación motora compleja que requiere de una sinergia muscular y de ajustes equilibratorios permanentes.
    Ambos hemisferios cerebrales están trabajando de manera coordinada, siendo importante la regulación de un ritmo sincronizado.
    El patrón cruzado se mantiene luego en la marcha, una vez que se afianza.

    ¿Cuándo dejan de gatear los bebés?

    No hay un momento preciso en el que los bebés dejan de gatear. Muchas familias se sorprenden cuando los bebés se largan a caminar y continúan gateando. Es lo más esperable, porque la marcha al inicio les significa un esfuerzo enorme, tan grande como la excitación y alegría que les provoca. Lo cierto es que cuando comienzan a caminar, el ritmo es lento, se concentran en el equilibrio para no caerse, la mirada generalmente está en el trayecto porque necesitan organizar el cuerpo en movimiento. Pero si los bebés quieren llegar rápido porque hay algo o alguien que los convoca, utilizan el patrón anterior que ya dominan y lo realizan con despreocupación y de manera exitosa.
    El gateo y la marcha coexisten hasta que la marcha se afianza y gana estabilidad, dominio y equilibrio dinámico. Los bebés alternarán entre caminar y gatear, según la velocidad en la que deseen llegar, el cansancio, el desafío de la superficie y la longitud de la trayectoria.

    Otras formas de locomoción o traslado autónomo:

    Posición de oso

    Una variante del gateo es la posición de oso, en la cual el apoyo de rodillas se reemplaza por el de las plantas de los pies. Hay bebés que juegan pasando de la posición de cuadrupedia a elevar su cadera, aumentando el desafío de la gravedad. Esta posición facilita el apoyo plantar para la verticalización.

    Existen otros modos de gateo no convencionales que se encuadran en lo que se denomina:

    "Variantes de la normalidad"

    Esas variantes que ahora las designamos como variantes del desarrollo típico, refieren a cualidades de las habilidades, que son un poco diferentes a los patrones más comunes, pero que NO constituyen de ninguna manera, una perturbación o alteración, sobre todo si observamos que les resulta funcional para los fines propuestos. Una de las variantes ya mencionada, es cuando el gateo no aparece en la evolución del desarrollo. Otra variante, es cuando se dan otras modalidades que no son en cuadrupedia. Se denomina gateo atípicoy se presenta cuando el principal apoyo es de nalga y la participación de brazos, manos, piernas y pies son muy variados. No hay una única forma de esas variaciones. Muchos bebés con gateo atípico cobran excelente dominio y velocidad, como aquellos que gatean con patrón cruzado.

    ¿Influyen estas variantes en las destrezas posteriores?

    Un porcentaje de bebés que presentan el gateo de nalga y con un tono muscular blando, se asocia con la marcha autónoma algo lentificada que se alcanza entre los 18/19 meses, pero no siempre es una condición para que ello ocurra.

    Condiciones ambientales facilitadoras

    Espacio amplio:

    Sabemos que no todos los bebés crecen en espacios amplios y transcurren largas horas en lugares restringidos como el cochecito, el bebesit, andadores u otros. En caso de vivir en un espacio reducido, sugiero siempre observar y despejar al menos unas horas al día, la mayor superficie de suelo posible, por ejemplo:

    • Apilar las sillas cuando no están en uso.
    • Arrimar la mesa contra la pared.
    • Encontrar tiempos para estar al aire libre en un suelo seguro, como el pasto de una plaza.

    Cuando hay espacio disponible, sin duda, hay más oportunidad de exploración para el movimiento.

    Espacio seguro:

    Para cada familia la lógica de la seguridad es diferente, por ejemplo, algunas toman la cama grande como un espacio privilegiado para estar y jugar, porque es blandito y todos los ensayos de las pautas nuevas surgen allí, en la blandura segura. He visto bebés que a través de los relatos de madres y padres cuentan que en la cama balconea o rola y en el suelo no. Lo cierto es que la blandura del colchón no es un escenario representativo de la experiencia del cuerpo en el espacio, es solo una parte. Por eso cuando los bebés trasladan sus logros en diferentes soportes, situaciones, ambientes, podemos decir: ¡consolidó el aprendizaje! Se lo apropió, lo hizo suyo para siempre.

    Nos encontramos entonces, en algunos casos, en la disyuntiva entre el cuidado seguro y el cuidado limitante.

    El espacio que sugerimos para facilitar el desarrollo es el suelo, un suelo seguro, despejado y con elementos que los bebés puedan y quieran alcanzar, tomar y explorar, o bien, espacios que deseen explorar y percibir el cuerpo de manera diferente. Algunos ejemplos: pasar por entre las patas de las sillas, llegar al borde de la pared, quedarse un rato de bajo de la mesa.
    Un espacio seguro además es, sin elementos de riesgo como:

    • Mantas que los hagan resbalar
    • Enchufes sin resguardo
    • Cables de los cuales puedan agarrarse
    • Artículos de limpieza accesibles
    • Adornos de vidrio o similares
    • Otros tantos, que con solo una mirada de cuidado se pueden reorganizar.

    Ropa adecuada

    Prendas que faciliten el movimiento y no lo limiten.

    • Botamangas por arriba de los tobillos, dejando libres el apoyo de los pies
    • Mangas por arriba de las muñecas, dejando acceso libre a las manos como puntos de sostén, empuje o tracción.
    • Los bodies o enteritos, si son ajustados, pueden obstaculizar la elasticidad de movimiento.
    • Pies descalzos porque los dedos de los pies cumplen una función de estabilización o empuje importante.

    Actitud disponible de los adultos que acompañan dando seguridad

    Todo lo desarrollado hasta acá, cobra sentido y potencia cuando los adultos que acompañan tienen una actitud facilitadora y disponible, dando seguridad para que los bebés se alejen de a ratitos, sin marcarles siempre el rumbo y dejándoles explorar sin un excesivo control del movimiento. Es aconsejable no forzar, ni enseñar, ni ponerlos a hacer cosas de manera anticipada si no están preparados.
    En lugar de intentar enseñar, desde una mirada integral, apuntamos a fomentar la motivación si no la presentan, para ir más allá y despertar la curiosidad y deseo de explorar.
    Sin duda, como todo aquello que los niños y las niñas construyen con su cuerpo, el desplazamiento a través de la reptación y el gateo, les permite ampliar el conocimiento de sí mismo y del ambiente en el que se encuentran, dando paso a una variedad de aprendizajes y descubrimientos en todas las dimensiones de su persona, que las irán enlazando con nuevas experiencias


    Pensamos el vínculo como soporte emocional, un aspecto de jerarquía para las conquistas psicomotoras

    Si llegaste hasta acá, ¿pensamos juntos la viñeta del comienzo?

    • Juani gatea hacia la mesa buscando su pelota. Tiene un interés o finalidad y traza un trayecto en el espacio, planifica el recorrido - aspecto motriz y cognitivo.
    • Papá permanece detrás y dice: "donde está la pelota?". Juani se aleja con la seguridad de ser cuidado, el papá le confirma que la pelota tiene un valor significativo.
    • Juani gira su cabeza buscando la voz de su papá y vuelve a mirar hacia adelante e intenta manotearla. La palabra y la escucha entrelazan lenguaje y movimiento.
    • Como es de esperar, la pelota rueda y queda entre las patas de una silla. "Cuidado con tu cabeza" dice papá. El objeto le presenta un desafío inesperado. El adulto acompaña a distancia para resolver el conflicto, alienta su autonomía y cuidado.
    • Juani no lo mira, pero baja su cabeza y se mete entre las patas, se detiene y estira su mano agarrando la pelota. No lo mira porque internalizó su presencia y contención, le dio seguridad. Acomoda su cuerpo, teniendo en cuenta el mensaje y la noción corporal se va construyendo en una imagen tridimensional.
    • Papá con entusiasmo agrega: "muy bien! ¿me la das?" Juani retrocede marcha atrás, se acuerda de bajar su cabeza, se sienta y gira mirando al papá. ¿Me la das? Repite.
    • El adulto lo gratifica porque valora su logro, da marcha atrás porque se representa el espacio con reversibilidad del recorrido. La pelota además de ser atractiva en sí misma, se le suma la invitación a la circularidad, se la da para jugar juntos. Fortalezas comunicacionales, interactivas y afectivas.
    • Juani lanza la pelota. Se miran mientras el papá la agarra y Juani sacude sus brazos de alegría y comienza a gatear hacia él. Lanza trazando una dirección que recorrió con el cuerpo, pero ahora con el objeto, hay un destinatario que lo recibe y lo espera. Manifiesta alegría con gestos.

    Así de simple y complejo, el gateo proporciona una experiencia y vivencia ampliatoria del conocimiento de manera integrada.
    Experiencias que al reiterarlas por placer se van asentando en la memoria corporal.

    Lic. Paula Landen
    Psicomotricista
    (2024)