Comenzando Tempranamente podremos decir que la Intervención es Oportuna.

Durante los dos primeros años de vida, el cerebro se desarrolla a gran velocidad conformándose redes neuronales en las que se asientan las primeras vivencias y los primeros aprendizajes.

Por eso es la etapa más oportuna para proveerle al niño herramientas y nuevas experiencias a fin de que logre adquirir patrones normales del desarrollo
posturo-motriz, basamento de las coordinaciones y andamiaje de los primeros aprendizajes sobre el propio cuerpo, el ambiente y el modo de relacionarse con las personas.

Los niños con limitaciones en su desarrollo psicomotor, pueden presentar trastornos perceptivos susceptibles de interferir en el desarrollo cognitivo y en los procesos de aprendizaje.

Si bien el sistema nervioso se mantiene con plasticidad a lo largo de toda la vida, los primeros años son los primordiales ya que el cerebro se encuentra en la plenitud de su desarrollo con una velocidad que no se iguala, en etapas posteriores.


•Los padres muchas veces son los principales detectores de alguna alteración en el desarrollo de sus hijos, no solamente por compararlos con otros hijos o niños de la misma edad, sino por la capacidad intuitiva y el conocimiento amplio que poseen sobre sus hijos. A pesar de no poder definir exactamente qué le ocurre al niño, sienten “inquietud”, y esas impresiones deben ser transmitidas y escuchadas.

•Las abuelas u otros familiares que comparten tiempo con el bebé-niño pero que mantienen una perspectiva diferente a la de los padres.

•En el Jardín Maternal, las docentes son las que perciben dificultades o desfasajes en el desarrollo y tienen la función de comunicarlo a los padres.

•El pediatra asume diversas funciones:
Detección y Prevención
Derivación a otros profesionales o indicación de estudios complementarios a fin de realizar un diagnóstico diferencial
Derivación directa a tratamiento de Estimulación Temprana.

Es importante que el pediatra escuche las inquietudes de los padres antes del examen clínico del bebe-niño para luego re-organizar todos los datos.