El abordaje terapéutico se basa en un conjunto de acciones basadas en el conocimiento del proceso madurativo cuyo objetivo apunta al desarrollo de las capacidades, al mejoramiento de un déficit o la superación del retraso madurativo.
Si bien se utilizan técnicas de juego, no es un jugar azaroso y al mismo tiempo no es ejercitación pura y despojada de una mirada hacia cada niño en particular
El espacio de trabajo debe permitir el libre desplazamiento, las actividades y juegos propuestos deben responder al interés del bebé para impulsarlo a afrontar los desafíos y acceder a nuevos logros.

Hay niños que no pueden explorar por sí mismos el espacio, algunos carecen de motivación para la manipulación de objetos o la conquista del espacio que los rodea. Otros niños muestran interés y deseo pero no dominan su cuerpo. Es entonces que, a través de la propuesta terapéutica de estimulación, el niño es llevado-guiado para que, progresivamente logre tener iniciativa y acceder en forma autónoma.

Los silencios y tiempos de espera entre la presentación de los estímulos ó situaciones estimulantes, son fundamentales para dar oportunidad al bebé –niño, a mantener una actitud activa en el hacer y decir.
Debe tenerse en cuenta que el cerebro del bebé necesita tiempo para procesar la información recibida y en función de ello organizar la respuesta hacia el medio.

El aspecto lúdico, además de constituir un valioso recurso para el abordaje terapéutico, es un área de desarrollo que da cuenta de los procesos por los cuales el niño está organizando su estructuración psíquica-cognitiva y sensoriomotriz


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El vínculo bebé-terapeuta, padres-terapeuta debe basarse en la confianza que se construye a partir de un proceso de mutuo conocimiento.
El tratamiento en Estimulación Temprana implica el atravesamiento de un proceso dinámico, este dinamismo estará dado por los cambios del niño, las intervenciones con el niño y la familia y de la familia hacia el niño.

En el campo de la Atención Temprana el paciente nunca es sólo el bebé. Concebimos la intervención terapéutica hacia el bebé y el contexto familiar desde un enfoque vincular, teniendo en cuenta el funcionamiento de cada grupo familiar sin ceñirse a modelos únicos e ideales.