El campo de la Terapia Psicomotriz aborda al niño cuando su cuerpo en movimiento, no le resulta funcional en relación consigo mismo y con el entorno: tanto en la relación con otros niños, con adultos, como en la utilización de objetos de juego y los relacionados a la actividad escolar.
El propósito de la Terapia Psicomotriz apunta a ayudar al niño para mejorar sus capacidades desde una mirada integradora con un abordaje a través del juego terapéutico.
Es una perturbación que se manifiesta a través del cuerpo develando alguna falla en el funcionamiento eficaz tanto del cuerpo en movimiento como para la quietud. Estas dificultades se transfieren en la adaptación socialmente esperable y aceptada.
El trastorno psicomotor puede no tener un origen neurológico específico pero la alteración puede hallarse en:
- El tono muscular, base para la organización postural y el movimiento
- El equilibrio
- La coordinación viso motora
- La percepción y orientación del cuerpo en el espacio
- El conocimiento del propio cuerpo
- Coordinar movimientos que requieren grandes desplazamientos: juegos de plaza, deportes, otros.
- Realizar actividades de la vida diaria en forma independiente: comer, bañarse, vestirse
- La autoorganización y utilización adecuada del cuaderno y útiles en el ámbito escolar
- Desplazarse y orientarse adecuadamente en el espacio
- Baja tolerancia a la frustración
- Poca o nula perseverancia frente a las dificultades
- Escasa iniciativa para jugar
- Incapacidad de permanecer en una misma tarea hasta culminarla
- Incapacidad de escuchar sin anticiparse a la respuesta
- Movimiento y verborragia excesivos
- Conductas impulsivas
- Dificultades en las habilidades sociales
- Fallas para aritmética y geometría
- Escritura defectuosa e ilegible
- Dificultades para la copia del pizarrón.
- Lentitud en la producción escrita
- Fallas en la organización en la mesa de trabajo
- Falla en la organización de las tareas a cumplir
- Suelen perder reiteradamente los útiles
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