La Psicomotricidad es una disciplina que se centra en las manifestaciones corporales del niño en desarrollo.
Nace de la confluencia entre la Psiquiatría y la Neurología, y a lo largo de su práctica sus basamentos fueron nutriéndose de la psicología genética, el psicoanálisis, la pedagogía, la antropología y la neuropsicología

A partir de esta multiplicidad de teorías y enfoques, la Psicomotricidad ha creado su propia especificidad entendiendo el cuerpo del niño como lugar de articulación entre organismo y psiquismo.

La Psicomotricidad no mira “el cuerpo” sólo desde la mecánica del movimiento. Atiende y entiende las formas de vivir el cuerpo y expresarse a través de las posturas, el movimiento, el dominio del equilibrio y la gestualidad, que están determinados neurológicamente y al mismo tiempo imbrincadas en la construcción de la propia historia personal/corporal y de relación.

La mirada del psicomotricista estará orientada:

  • En la cualidad y calidad del movimiento expresivo y transitivo
  • En la capacidad de planificar secuencias de acciones y llevarlas a cabo seleccionando adecuadamente el objeto y ejecutando las acciones precisas con una organización temporo-espacial concordante
  • En la inquietud y quietud excesiva, como en el caso de la hiperkinesia y la inhibición psicomotriz
  • En la eficacia de las acciones o en la torpeza no planificada que frustra
  • En la gestualidad empobrecida, retraimiento de la mirada o en el estado de alerta incesante.
  • En la incapacidad de un niño para jugar según se espera en su etapa evolutiva.